Ilustración: Valentina Contreras.

PRIMER LUGAR

Migrante

El migranteruquero deja la carpa y busca provisiones en los basurales, como manzanas rojas en los árboles de una selva olvidada. Luego se moviliza a la costa, donde su segunda vivienda lo espera: un desteñido quitasol y una bicicleta ruedas arriba la componen. Se recuesta en la arena y descansa en la sombra. Recuerda aquella ciudad que abandonó hace mucho y sonríe satisfecho: la playa es toda suya.

Rodrigo Castillo Naves, 41 años, Iquique.

Ilustración: Lucius.

PREMIO AL TALENTO INFANTIL

La mujer

Una mujer que vivía en el paseo Baquedano no podía tener hijos y junto con unas personas que tenían el mismo problema decidieron crear un grupo que cuidaría de una muñeca. Un día estas personas murieron a causa de depresión, pero esta mujer quedó viva y durante largos años cuidó de la muñeca, hasta que se fue, dejando a la muñeca sola. Y esta muñeca todavía sigue en el ático de la casa.

Lucas Salomón Meléndez, 12 años, Alto Hospicio.

Ilustración: Valentina Contreras.

PREMIO AL TALENTO JOVEN

Los astros me oyen respirar

Un día con mi familia íbamos viajando por el solitario desierto, de vuelta a Iquique desde Pisagua. Era de noche y paramos en mitad de la nada para observar las estrellas. Cuando mi papá apagó el motor del auto, había tanto silencio que pensé que hasta las estrellas podían oír mi respiración.

Matilde Lobos Seguel, 14 años, Iquique.

Ilustración: Valentina González.

PREMIO AL TALENTO MAYOR

El tren salitrero

Dependía del fogonero que daba paletadas de carbón por el hueco de su fogón para mantenerlo encendido de modo que calentara el agua contenida en su caldera y avivara el vapor necesario para dar presión a los engranajes que activaban las ruedas haciéndolas girar sobre los rieles a fin de impulsar su cuerpo de hierro controlado por el maquinista que se internaba por la vía de trocha angosta hacia un destino que ya no existe.

Carlos Valdivia Saavedra, 78 años, Iquique.

Ilustración: Javier Osses.

PREMIO AL MEJOR RELATO DEL FUTURO

Las Rosas con Aeropuerto

Cuando la entrevistaron en la cárcel, luego de la sentencia, del juicio y de la larga investigación, confesó que se volvió pirómana cuando niña, aquel día en que desde su ventana vio el coche de un bebé arder; entendió entonces que la rabia y el miedo a lo distinto desaparecen en el candor de las llamas. Desde su pequeña ventana hoy solo puede vibrar con el rojo de los cerros desérticos al atardecer, aunque solo sea por un par de minutos. A veces no paga quien debiera; a veces se paga después.

Jodie Rivera Vergara, 37 años, Iquique.

Ilustración: Lucius.

MENCIÓN HONROSA

Metamorfosis de campeones

Si Kafka hubiera nacido en Iquique, Gregorio Samsa hubiese mutado a pulguilla de mar, para terminar en el subsuelo de Cavancha, lejos de las preocupaciones postmodernas, disfrutando de la bondad del Pacífico. Iquique no será Praga, pero los chumbeques le habrían quitado el pesimismo.

Gabriel Bravo Cobb, 37 años, Iquique.

Ilustración: Javier Osses.

MENCIÓN HONROSA

La bruja, el dragón y el muñeco

En secreto nocturno y con la figura de trapo en sus manos, llegó al lugar donde habita la bestia. La bruja citó el conjuro e hizo abrir las fauces del reptil de tierra, donde sepultó al muñeco. Al día siguiente, mientras unos jóvenes hacían snowboard en el cerro Dragón, un perro escarbó la tierra y se llevó al hocico el curioso objeto ritual. El canino se acercó al grupo y ellos se percataron del muñeco con el que jugaba. «Vudú», dijeron. Así que le sacaron los amarres, lo bendijeron con agua energizante y lo viralizaron por las redes sociales.

Jocelyne Rojas Carmona, 36 años, Alto Hospicio.

Ilustración: Javier Osses.

MENCIÓN HONROSA

Americana

Cogí dos poleras, un pantalón y unos chalecos, seguido de un par de patines de hielo. No me servirían nunca acá, pero estaban tan lindos y nuevos que pensé que podría dejarlos en el mueble del comedor para contemplarlos. Dos metros a la izquierda encontré la sección deportiva y empecé a buscar y seleccionar, todo en medio de puro desierto, entre cerros de fardos de ropa americana. Al final me fui con todo gratis y un sombrero tipo Indiana Jones.

Felipe Rupallán Salas, 45 años, Iquique.